Google
 

sábado, 26 de julio de 2008

Esta canción provoco 17 suicidios, segun leyenda

Dice la leyenda que ésta canción provoco 17 suicidios y que por este hecho en Hungría fue prohibida.
Fue compuesta en 1933 por los húngaros Rezso Seress y Laszlo Javor , y pasó desapercibida hasta 1936, año en el que empezó a ser relacionada con una serie de muertes voluntarias que determinaron su prohibición por parte de las autoridades húngaras.
Fue interpretada por innumerables cantantes.





link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=Sbsg_lqqKxk


Triste Domingo.

"Triste domingo, con cien flores blancas"
Y ornado el altar de mi loca ilusión
Donde mi alma se ha ido a postrar
Mientras mi boca llamándote está
Muere en mi sueños ocasos de hastío
Cansados de espera y de soledad

¡Triste domingo!

Tú no comprendes la angustia terrible
De estar esperando, sin verte, llegar
¡Vuelen tus pasos que debo marchar!
No ves que muero con mi loco afán
Quiero que seas la blanca y piadosa
Mortaja que cubra mi hora final

¡Triste destino!

Querido
Junto a mi ataúd que circundan muchas flores
Aguarda mi confesión un sacerdote
Y a él le digo:
Lo quiero, lo espero.

No temas nada si encuentras mis ojos
Sin vida y abiertos y esperándote
Tus manos son quien los deben cerrar
Y acaso entonces yo habré muerto en paz
Siento un doblar de campanas, que
Lúgubremente sus voces me ordena marchar

¡Triste domingo!

¡Vuela mi vida tu paso querido
Que llega la hora que debo partir!
Quiero tenerte en mi viaje final
Y algo me dice que no llegarás
Triste domingo visítame amado
Que ahora en mi tumba yo te he de esperar

¡He de esperar!




Redactado por Sonia&Marite:

Era un día particular para Alejandra, era el día en que todos sus esfuerzos habían dado sus frutos, por fin su ansiado título de abogada. Toda su familia estaba presente, sus amigos, en esa fiesta tan ansiada para celebrarlo. Matías, su novio, dándole un beso le regalo un cd de un grupo desconocido, él le aseguro que eran buenos, un buen material discográfico. Pasó la fiesta, el alboroto, las felicitaciones y abrazos y por fin tomó conciencia de lo que le esperaba, por lo que había luchado, el ansiado lugar que le estaba reservando su padre, prestigioso abogado de la ciudad en donde vivía, un lugar tranquilo y privado en su bufete, en el que ella, con el consejo de su padre, desplegaría su profesión. Era su primer día de trabajo, llevó su equipo de música para escucharla, para relajarse y así ayudarla mientras redactaba los primeros trabajos que le habían encargado. Se dio cuenta que tenía el cd que le había regalado su novio, lo puso. Todo marchaba bien, la música era agradable, relajante, tranquila, llegó al tema diez, “Domingo Triste”. La sintió entrañable, que llegaba a su yo más profundo, le llamó la atención por la melodía pero sobre todo, porque a medida que la iba escuchando notaba que su humor y su estado de ánimo iban cambiando.

Una inquietud que no sabía de donde provenía la estaba alterando, no encontraba explicación, pero también notaba que la melodía la absorbía cada vez mas hasta sentir que todo lo que la rodeaba se difuminaba. De pronto, sonó el teléfono, se sobresaltó, ese sonido la trajo de vuelta a la realidad, atendió la llamada, era Matías, su novio.

Él noto algo raro en su voz, le preguntó qué le pasaba, ella dijo que nada, que se sentía bien, no quiso decir nada de lo que le había producido la canción. Siguieron charlando, le volvió la calma a su corazón. Quedaron para cenar, una velada romántica, -¡perfecto!-, pensó ella, pero al salir, echo una mirada rápida por su despacho, vio el cd y en un impulso lo guardo en su cartera. La cena transcurrió alegre, distendida, ella se sintió cansada y al día siguiente ufff, le esperaba una jornada dura y difícil, se quería ir a casa a descansar. Cuando estuvo a solas en su habitación, sin saber porqué volvió a escuchar la canción, algo dentro de ella lo pedía, como una droga, como una necesidad.

Mientras sonaba, empezó a sentir una tristeza muy profunda, sin saber qué la provocaba. Siguió escuchándola, una y otra vez, cada vez más se sumergía en una profunda melancolía.

Estaba ya a punto de la desesperación mientras seguía escuchando esa canción, quería pararla pero no podía, era como si su cuerpo no respondía a esos deseos ahogados que su cabeza la decía. Sintiéndose atrapada en un dolor profundo, agarró una cuchilla, su mente gritaba no, su cuerpo decía si. Se cortó las venas. La canción seguía sonando ya en su cabeza.

Cuando todos sus sentidos se iban desvaneciendo en un sueño profundo e incluso agradable, vio como se acercaba una figura de un hombre. Mientras suavemente se iba desangrando, logró distinguir el rostro de Matías que se dirigía hacia ella con una sonrisa burlona. Logró distinguir a duras penas lo que le decía: "bien Alejandra, en tu muerte eres mía y tengo en mis manos a 13 más". Antes de que sus párpados se cerraran para siempre, vio los ojos oscuros y tenebrosos de Matías.

Fuente

No hay comentarios: