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viernes, 2 de mayo de 2008

Cero Gustloff: el "Titanic" que no nos contaron...



Es difícil entender los motivos por el cual la tragedia del crucero Wilhelm Gustloff permanece como un incidente "silenciado": el crucero de la Alemania Nazi
hundido por torpedos soviéticos hacia el final de la Segunda Guerra
Mundial, es el hundimiento más mortífero de la historia y un ejemplo de
como la historia oculta (o pasa por alto) detalles de forma que sea
funcional a la honorabilidad de vencedores y vencidos, aún cuando el
silencio no hace honor a miles de víctimas civiles incluidas en la
tragedia. La siguiente es una breve historia para una descomunal
tragedia de las muchas que siempre produce cada guerra.



Seis veces la tragedia del Titanic: El hundimiento del crucero Gustloff
en aguas del Báltico, sucedió el 31 de enero de 1945, y dejó una cifra
de muertos que superó las 9000 personas, seis veces la cantidad de
víctimas del hundimiento del Titanic, en su mayoría refugiados alemanes que huían del avance soviético buscando protección en las costas de Dinamarca.
Entre las víctimas inocentes, había un gran porcentaje de mujeres,
ancianos y niños. Lo trágico se acrecienta por el hecho de que no
hablamos de un accidente por causas naturales, sino de una verdadera
masacre provocada, en donde la comparación con el Titanic no pasa de lo cuantitativo .

El crucero Gustloff: el nombre del crucero, es también el resultado de un hecho violento. Fue bautizado como Wilhelm Gustloff por decisión del propio Hitler, en homenaje a un funcionario y amigo personal asesinado en Suiza. El crucero, era el imponente homenaje que Hitler
le había preparado a su amigo: una embarcación de 209 metros de eslora,
dedicado al placer dentro del programa de turismo y esparcimiento
desplegado para contener a la clase trabajadora alemana en una
sensación de falso bienestar.




El barco, botado en 1937, no estaba exento de lujos a saber por las
fotografías y testimonios, contaba con varios salones comedores
decorados al mínimo detalle, salones de baile, fumadores, además de una
piscina climatizada para los pasajeros:



El Gustloff, que nació como un crucero para la clase trabajadora, se transformó en
1940 en un buque hospital para asistir heridos durante la guerra y
posteriormente en un buque escuela. A punto de partir en su último
viaje, el barco se dirigió al puerto de Gotenhafen
para evacuar a 1000 cadetes de guerra y además, rescatar al mayor
número posible de civiles. A pesar de que contaba con una capacidad
máxima para 1.865 pasajeros, la desesperación del pueblo alemán por
huir, terminó saturando el crucero con más de 10.000 pasajeros.

El avance soviético

Los comentarios y noticias sobre el violento avance soviético traían
noticias nada alentadoras para el pueblo alemán. Los soviéticos
arrasaban ciudades dominando a la población con el terror, una especie
de venganza por los daños sufridos tras el avance alemán en tierras
soviéticas. Los métodos de sometimiento en las ciudades alemanas
conquistadas incluían el saqueo, asesinatos, torturas y mutilaciones,
siendo el blanco principal de las atrocidades especialmente las
mujeres: las violaciones no discriminaban a niñas y ancianas y eran
moneda corriente. Así, en el desesperado clima de "sálvese
quien pueda", para el pueblo alemán las tropas y territorios aliados
eran un camino a la salvación. El éxodo, incluía escenas de pánico, y
una situación caótica y sumamente desorganizado. Hacia el final de la
guerra, el Gustlof fue uno de los vehículos para la salvación, sin imaginar que el último viaje desde el puerto de Gotenhafen sería un camino a la muerte.

El hundimiento: La partida desde el muelle del puerto de Gotenhafen
fue caótica, con escenas de desesperación, empujones y golpes entre los
refugiados que buscaban asegurarse un lugar. De un total de 60.000
personas, sólo consiguieron subir unas 10.000, incluidas
el grupo de cadetes de guerra. A último momento se sumaron unas
cuatrocientas auxiliares navales que se ubicaron en la zona de la
piscina, y un contingente de heridos que completaron el cuadro de
hacinamiento en salones y pasillos del barco.


Así el barco partió en las peores condiciones: sólo había salvavidas para
el 60 por ciento de los pasajeros, y el clima, con 10 grados bajo cero,
vientos fuertes, nieve y témpanos rodeando el barco, no era nada
prometedor. Partieron al mediodía, y apenas pasadas las nueve de la
noche, un impacto sacudió al Gustloff.
Había sido alcanzado por el submarino soviético soviético S-13. El
segundo proyectil, dando en la zona de la piscina, aniquiló a casi
todas las enfermeras que se encontraban en el lugar, mientras que el
último, en la sala de máquinas, fue el golpe final. El naufragio fue
breve. En apenas 50 minutos el barco desapareció de la superficie. La
evacuación podemos imaginarla como un verdadero caos. La tripulación
alcanzó a emitir un SOS y un torpedero alemán (El T-36) y otro barco
similar pudieron rescatar a quienes consiguieron evitar hundirse junto
al barco o morir por congelamiento: tan sólo se salvaron 996 personas,
entre ellas tres mujeres embarazadas que dieron a luz esa misma noche.

El hundimiento del Gustloff, fue motivo de orgullo para el ejército soviético. El comandante soviético Alexandr Marinesko fue condecorado con méritos por el hundimiento con la medalla de Héroe de la URSS.

Años después, los soviéticos conmemorarían la hazaña emitiendo una tarjeta
postal ilustrativa en el año 1976. En la parte posterior de la postal
una pequeña reseña acerca de la ilustración: "El hundimiento del
crucero fascista WILHELM GUSTLOFF".

En cuanto al motivo del silencio por más de 50 años acerca del hundimiento, cito un pasaje del artículo de César Vidal (diario El Mundo): "el
episodio se convirtió en un tema tabú.Los aliados occidentales no
deseaban arrojar sombra de duda sobre la honorabilidad de los
soviéticos y éstos no tenían interés en destacar la brutalidad con que
habían actuado. Tampoco la dictadura comunista de la RDA pretendía recordar cómo habían entrado en Alemania sus mentores políticos."

La historia trágica del Gustloff
es un reflejo del sufrimiento alemán durante la guerra, un tema como
mínimo "delicado" para las generaciones de posguerra tanto dentro como
fuera de Alemania. Para algunos, parte del precio que debió pagar
Alemania por la guerra originada, y para otros (entre los que me
incluyo) un incidente injustificado de los tantos que se producen en
cada guerra.

En cuanto a la decisión tomada por el comandante soviético, el historiador Axel Schildt
afirma que a su criterio, no debe calificarse como un crimen de guerra,
considerando que el barco portaba material de guerra y miembros del
ejército Nazi,
además de ser la operación una práctica habitual durante el conflicto y
utilizada también por los alemanes. Tal postura por supuesto,
probablemente no será compartida por muchos, dejando el debate abierto.

El crucero Gustloff permanece sepultado
a 42 metros de profundidad, y seccionado en tres partes, siendo motivo
de recientes expediciones en donde se ha conseguido documentar su
relativo buen estado de conservación.

El vídeo a continuación, es una impresionante serie de imágenes documentales del crucero Gustloff
desde la construcción, el bautismo, la vida en el barco y finalmente,
la impresionante evacuación ante el avance soviético, y las imágenes
reales del estado actual del barco en el fondo del mar(10 minutos):



Recientemente, se comenzó a emitir en un canal alemán una serie de documentales acerca del hundimiento del Gustloff,
con gran repercusión, lo que marca un punto de inflexión en el modo de
tratar un tema tan sensible en Alemania como el resto del mundo.


Fuentes 1, 2, 3

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