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lunes, 12 de noviembre de 2007

Vampirismo (I). Elizabeth Bathory.

Hay muchas historias de vampiros reales, que existieron, o que incluso existen en la actualidad y conviven con nosotros... Y esta es la primera parte de esa recopilación de los casos vampíricos que a mí más me han impactado... Unos casos que he recogido, y que pongo a su disposición. Unos casos que no le dejarán impasible.

Introducción.

Todo comenzó a popularizarse por decirlo de alguna manera con la obra de ?Drácula? de Bram Stocker, que luego fue llevada al cine por Francis Ford Coppola, con una banda sonora casi mítica.

Y a partir de ahí se han hecho montones de películas de Drácula, o de otros vampiros también populares como el famoso Nosferatu.

Hay muchas historias de vampiros reales, que existieron, o que existen... Y esta es la primera parte de esa recopilación de casos vampíricos...

Seguro que a todos al hablar de un vampiro se nos viene a la cabeza el típico personaje blanquecino, con colmillos, orejas puntiagudas, ojos saltones? Pero lo último que se nos vendría a la mente es... a una mujer vampiro. Esta es la historia de Elizabeth Bathory, la mujer que se bañaba en sangre.

Los inicios de Elizabeth Bathory.

Elizabeth Bathory nace en 1560 en el seno de una de las más ricas familias húngaras. Cuando sólo contaba con 15 años se casó con un noble, el conde Nadasdy, gran guerrero conocido como ?El Héroe Negro?, y se van a vivir en un solitario castillo en los Cárpatos (la tierra en que habitó Vlad Tepes, personaje real en que se basa la historia de Drácula de Bram Stocker).

El conde es reclamado para una batalla, por lo que se ve obligado a dejar sola a Elizabeth por un tiempo.

Desde ese momento, y para distraerse de las largas ausencias de su marido, ella se escapa del castillo, conoce a otro hombre, comienza a probar cosas nuevas, y al volver empieza a interesarse de manera importante por el esoterismo.

En esa época, la Condesa tuvo su primero de los tres hijos y ella comenzó a verse envejecer, a ver que, como es natural, su cuerpo estaba cambiando...

Baños de sangre.

Y un día? una joven sirvienta estaba peinando a la Condesa, cuando accidentalmente le dio un tirón del pelo. Y la condesa en un ataque de ira le propinó tal bofetada que la sangre de la doncella salpicó su mano. Al mirar la mano manchada de sangre, pensó que parecía más suave y blanca que el resto de la piel, llegando a la conclusión de que la sangre rejuvenecía los tejidos. Y convencida de que aquello serviría para rejuvenecerla, mandó que cortaran las venas de aquella sirvienta y llenaran una bañera de sangre para que ella pudiera bañarse y así rejuvenecer.

Y a partir de ese momento los baños de sangre se convierten en su gran obsesión, hasta el punto de recorrer los Cárpatos en carruaje acompañada por sus doncellas en busca de mujeres jóvenes a quienes engañaban prometiéndoles un empleo como sirvientas en el castillo. Si la mentira no resultaba, se las secuestraba drogándolas o azotándolas hasta que eran sometidas a la fuerza. Una vez en el castillo, las víctimas eran encadenadas y acuchilladas en los fríos sótanos bien por un verdugo, un sirviente o por la propia Condesa, mientras las víctimas se desangraban y llenaban su bañera.

En ocasiones, las víctimas que le parecían más sanas, de mejor aspecto eran encerradas durante años en los sótanos para ir extrayendo pequeñas cantidades de sangre mediante incisiones para que la condesa pudiera bebérsela.

Durante once años, los campesinos aterrados veían el carruaje negro con el emblema de la Condesa Báthory rastrear el pueblo en busca de jóvenes, que desaparecían misteriosamente dentro del castillo y que nunca volvían a salir.

En un principio las víctimas de la condesa eran sepultadas en los alrededores del castillo, pero ya con el paso del tiempo simplemente eran arrojadas a las afueras entre dos o tres personas.

Algunos aldeanos preocupados o aterrados por los gritos estremecedores que se oían salir del lugar, se acercan al lugar, y tras rondar por las inmediaciones, se encuentran con los restos de más de una veinte de cuerpos sin vida. Éstos armaron una revuelta insistiendo que el castillo estaba maldito y era además una residencia de vampiros, quejándose ante el propio soberano del lugar.

Teniendo en cuenta que atacar a una familia de poder en esa época era algo verdaderamente difícil por no decir imposible podría entenderse la decisión de hacer oidos sordos por parte del emperador... Pero tras múltimples tiene que optar por hacer algo? y envía una tropa de soldados al castillo.

Al entrar, los soldados encuentran montones de personas; algunas ya desangradas, otras aún con vida, pero torturadas hasta más no poder? Y al entrar en una habitación encuentran a Báthory con algunos de sus sirvientes en medio de uno de los rituales. Apresaron a la condesa y a todos sus sirvientes...

La peor condena?

En el juicio sobraban pruebas para condenar a Elizabeth Báthory culpable de los múltiples crímenes? Se habían encontrado más de 80 cadáveres, contando además con la declaración de los soldados que habían sido testigos de estos rituales.

Además ella termina confesando que ha asesinado junto con sus hechiceros y verdugos, a más de 600 jóvenes y haberse bañado en su sangre después de matarlas y torturarlas. Sus cómplices fueron condenados culpables, unos decapitados y otros quemados en la hoguera.

Y Báthory fue condenada por el rey Húngaro a una muerta lenta: la emparedaron en el dormitorio de su castillo, es decir, la introdujeron en un hueco de su dormitorio, y construyen un muro delante de ella, dejándole una pequeña ranura por la cual le daban algo para comer y beber. Ella murió a los cuatro años de permanecer en el lugar, sin pronunciar la mínima palabra. Además todo fue una especie de suicidio, pues aquella era de las peores torturas, estar vivo en un metro cuadrado y de pie? Simplemente dejó de comer y beber, rechazó todo lo que le proporcionaban para seguir viva.


Fuente

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