¿Quién no ha visto la película de terror por excelencia? La película está basada en el libro de William Peter Blatty. ¿Pero en qué se basó este autor para escribir la obra más terrorífica de todos los tiempos?

Imagen de la película "El exorcista"
Recuerdo haberla visto con tan solo 14 años. Desde siempre me habían gustado las películas de terror. Pero aquello fue demasiado. Demasiadas noches sin dormir? Y demasiadas dudas para un chico de esa edad. Dudas que ahora he conseguido contestarme, y que necesitaba comentar con alguien?
Se realizan cursos de exorcista en Perú?
La noticia me dejó helado. Y lo primero que pasó por mi cabeza es: Si se llevan a cabo cursos de exorcista, es porque estos hacen falta, son necesarios. Y me vino a la cabeza la dichosa película, la cara deformada de la pequeña Regan, dando fuertes convulsiones y hablando con voz ronca? Sus ojos en blanco, y su cara arañada. Las palabras escritas en su barriga. Y aquello sucedía; de hecho William Peter Blatty no se había inventado aquello. Aunque cueste creerlo, la historia de ?El exorcista? está basada en un caso real.
El caso de Robert Mannheim.
Harret, la tía de Robert, lo había enseñado a jugar a la ouija desde muy pequeño. Tal vez fue por ello su predisposición a sufrir este terrible hecho. Cuando ella murió, los cuadros de la casa y los crucifijos se movían solos y se daban la vuelta, impulsados por manos invisibles.
Días después el sonido del gotear del agua terminó de romper la calma de la casa? Y no acabó ahí. Durante once días pudo escucharse cómo unas garras invisibles arañaban la pared de madera de su dormitorio. También sentía pasos en su habitación cuando iba a dormir.
Fue tal la desesperación que Robert no podía dormir solo, ni tan siquiera quedarse solo un instante. Aquella noche su madre y su abuela decidieron dormir con él para tranquilizarlo tras haber visto como los muebles de la casa se corrían solos produciendo un desagradable ruido. Pero lo peor estaba por llegar? La oscuridad reinaba en la habitación cuando los tres sintieron cómo el colchón comenzó a levitar. Y unas manos invisibles tiraban de las esquinas de las sábanas. Aquello fue demasiado.
En menos de un mes, la familia había visitado más de cuatro médicos, médiums y psicólogos. Pero la última recomendación vino cuando en el vientre de Robert se dibujaron unas palabras escritas como si un cuchillo lo hubiera desgarrado desde dentro? Necesitaba la ayuda de un cura.
Cuando el padre Hughes, párroco de la zona entró en la habitación de Robert, este habló en latín, con una voz totalmente distinta a la suya? ?Siervo de Cristo, sabes que soy el diablo? ¿Por qué vienes a molestarme??. El padre Hughes comenzó el exorcismo tras trasladar al joven a un hospital de curas y monjas que prometieron guardar el secreto.
Rezó el Padrenuestro y se arrodilló al lado de la cama de Robert, donde este yacía atado de manos y pies a la cama. Todo sucedió muy rápido en ese momento. Robert se desató y arrancó un muelle del colchón, y hablando en arameo lo clavó en el brazo del padre y comenzó a tirar.
Cien puntos hicieron falta para cerrar aquella gran herida. La familia se trasladó horrorizada a St. Louis, mientras desesperados buscan la ayuda de un nuevo sacerdote. Es entonces cuando aparecen los padres J.Bishop y Bowdern.

Imagen de la película "El exorcista"
El diario permaneció cerrado bajo llave, hasta que el Padre Hallorand decidió abrir aquel cajón? Y enviar aquel diario al escritor Thomas B. Allen, para su obra de investigación ?Posesión?. El padre Hallorand fallecía el pasado 4 de Marzo en Wisconsin (Estados Unidos).
Exorcistas en la actualidad.
El padre Fortea es sacerdote y teólogo especializado en demonología y ha llevado a cabo más de veinte exorcismos. Cada uno una historia, una sensación, un final distinto.
Una ventanita parpadeó en la pantalla del ordenador. Era el e-mail que tanto estaba esperando desde que había enviado unas preguntas a un colaborador del padre Fortea. Y mis dudas se despejaron. Los exorcistas existen, y de hecho son necesarios. Por ejemplo, el pasado 17 de Febrero dio comienzo el curso de exorcismos que organizaba un grupo de sacerdotes y expertos en el tema en la Sede del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, de los LC, en Roma. El curso finalizó el pasado 15 de Abril y a él asistió Gabriele Amorth, el cual ha realizado más de cincuenta mil exorcismos.

El padre Gabriele Amorth
Exorcismos y los medios de comunicación.
José Manuel Vidal, corresponsal religioso del periódico ?El mundo? asistió hace tres años a un ritual de exorcismo, siendo invitado por el padre Fortea para que escribiera un artículo sobre lo que había vivido. Aquello fue un ?boom?; el periodista narró su experiencia con pelos y señales, expresando sobre todo el miedo que pasó al ver que el escepticismo con el que acudía a la cita se había esfumado al presenciar los cambios de voz, las fuertes convulsiones, y la fuerza sobrenatural de aquella chica. Y el artículo no dejó indiferente a nadie.
El periodista Iker Jiménez, también pudo asistir a un exorcismo que se realizó en los sótanos de una Iglesia madrileña, y un minuto del exorcismo fue emitido en su programa de la Cadena Ser. Un minuto terrible, que probablemente le hizo perder bastante audiencia durante ese corto periodo de tiempo en el que se podía escuchar a una joven, hablando con una voz totalmente diferente a la de cualquier chica, e incluso a la de cualquier hombre? hablando en un idioma desconocido; probablemente en alguna lengua muerta.
Y ahora que tan de moda está eso de vender la intimidad de las personas, los ingleses han tenido una nueva idea. Una idea bastante fuerte, deplorable bajo mi punto de vista. El pasado 27 de Febrero, la televisión británica emitía como espectáculo el exorcismo de un hombre de 40 años, en un programa que estudiaba las relaciones entre la ciencia y la religión.
Ah, por cierto? Si alguna vez necesitas un exorcista, solo tienes que consultarlo con el párroco de la parroquia más cercana a tu hogar. Él sabrá ayudarte.
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