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miércoles, 28 de noviembre de 2007

Enfermedad y mito: la culebrilla

La Culebrilla


Los habitantes de zonas alejadas de grandes centros urbanos, cuando contraen enfermedades, apelan a los servicios del “médico”, en reemplazo del profesional al que ellos llaman doctor. Generalmente, se trata de señoras ancianas, o viejitos carismáticos, conocedores de los secretos de la medicina natural, que recetan los remedios más insólitos. Entre los males que deben combatir se halla la culebrilla, una infección dérmica, que según una creencia generalizada entre nuestra gente campesina, solo la cura el “médico”. Esta enfermedad provoca una erupción en la piel siguiendo una línea. Se cree que cuando la línea (culebra) une sus dos puntas (la cabeza se junta con la cola) tiene consecuencias fatales para el portador.

Una forma de curarla es frotando un sapo sobre la culebrilla para que este absorba el veneno. También se suele escribir con tinta en ambos extremos las palabras Jesús, María y José. En nuestro Chaco, en la región noroeste, simplemente se traza una línea con tinta china rodeando la afección, cuidando de encerrarla y así evitar que se unan las puntas. He visto trazar la defensa con una pluma de ave, con una lapicera fuente, y hasta con una simple palito. Consultadas las personas entendidas que realizaban la curación, afirmaron que no debe utilizarse bolígrafo. De recopilaciones efectuadas por otros estudiosos del tema, he tomado conocimiento que para realizar la cura se debe tomar un jarro con un poco de agua y asiendo tres ramitas recitar la siguiente oración tres veces por día durante tres días: "Yo iba por un caminito, me encontré con San Pablo, me preguntó que tenía, contesté que era culebrilla, ¿con qué se curaría? Respondió San Pablo: con agua de la fuente y rama de... (nombre del enfermo)".

Es probable que el nombre provenga de la creencia de los antiguos gauchos de la Pampa Húmeda (Sur de la Provincia de Buenos Aires y zona Este de La Pampa) quienes suponían que su contaminación proviene del paso de una víbora o culebra sobre la ropa extendida para su secado sobre los cultivos (generalmente de trigo), o cuando durante los descansos nocturnos de los reseros, extendían los componentes del apero y su propia ropa para su oreado.

La medicina científica afirma que el HERPES ZOSTER es una infección aguda usualmente autolimitada topográficamente, que se produce por activación del virus latente del que la mayoría somos portadores VARICELLA-ZOSTER o Virus del herpes humano 3, del que se puede tener inmunidad parcial luego de haberse enfermado con la secreción de las pústulas de los pollos "chickenpox". Esta afección ataca a los ganglios de las raíces posteriores de los nervios espinales (sensitivos) y su área de inervación, produciendo dolor neurálgico a lo largo del nervio afectado y la erupción cutánea del área correspondiente a dicho nervio.

Es habitual que los “médicos” o “médicas” (curanderos) del norte argentino aconsejen a sus pacientes asistir durante tres jornadas a las sesiones de curación para que el remedio sea eficaz. Éstos suelen recitar oraciones mentalmente para fortalecer sus poderes, solicitando la asistencia de sus referentes religiosos. Está muy arraigada en los ambientes folk la creencia de que el doctor no tiene conocimientos para combatir la enfermedad. Por esta sencilla razón siempre que alguien contrae el mal se solicita el concurso de un curandero. Sucede lo mismo con el empacho y el ojeo, que según una tradición urbana y rural de estos tiempos, los mismos doctores aconsejan llevar al enfermo ante la presencia del “médico”.

Comparando la explicación que se dan nuestros paisanos respecto a los orígenes de la mayoría de las enfermedades, con las de los europeos, no he escuchado que asignen la presencia de estos males a la acción de espíritus malignos, o brujas. En la Europa antigua (especialmente la Edad Media) se justificaban las enfermedades achacándoles la causal a la acción de brujas o espíritus traviesos, sobre todo en los tiempos de mayor rigidez religiosa operada por el cristianismo.

Nuestra gente campesina o montañés, ha desarrollado un conocimiento (folclórico) extenso sobre las propiedades curativas de las plantas, y una batería de prácticas rituales para combatir las enfermedades, como la culebrilla, cuya verdadera causa desconocen. (Texto de José Ramón Farias)

Nombre científico:Herpes Zoster
Síntomas de la culebrilla:
El primer signo de culebrilla es quemazón, dolor punzante, hormigueo o adormecimiento en o debajo de la piel de un lado del cuerpo o de la cara.
Algunas personas experimentan una picazón severa o molestias más que un verdadero dolor.
Muchas personas también se sienten cansadas y enfermas con fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y malestar estomacal.
Luego de varios días con estos síntomas, aparece una erupción en forma de franja como un cinturón que se extiende desde la línea media del cuerpo hacia afuera. La erupción aparece como un pequeño grupo de ampollas en forma de uvas, llenas de un líquido claro sobre una piel enrojecida. Dentro de los tres días posteriores a la erupción, las ampollas se tornan amarillas, se secan y se forman costras. Algunas veces, las erupciones de la culebrilla pueden demorar más tiempo en secarse en la personas VIH positivas con un sistema inmunológico severamente debilitado.


Aquí se muestra el aspecto que tienen las erupciones de la culebrilla.

¿Cómo se diagnostica la culebrilla?

Los síntomas de la culebrilla no se parecen a otras infecciones. Por lo tanto el doctor podrá decirte qué es, con sólo mirar la erupción, y darte tratamiento inmediatamente. Para asegurarse, o en caso de que tu doctor tenga dudas, él o ella puede tomar una pequeña muestra de la erupción y enviarla a un laboratorio para identificar el virus de la varicella zoster.

¿Cómo se trata la culebrilla?


Tal como ocurre con los otros virus, el de la varicella zoster no tiene cura. Sin embargo, la culebrilla se puede tratar. El tratamiento puede acelerar el tiempo de curación, disminuir el dolor y demorar o prevenir las reactivaciones. La mayoría de las veces se pueden tomar pastillas para tratar la culebrilla. Si la infección es grave o no responde efectivamente a los medicamentos, podría ser necesaria la internación hospitalaria para recibir tratamiento intravenoso (IV).

Existen tres tratamientos disponibles para la culebrilla:
Tratamientos para la culebrilla

Acyclovir (Zovirax®): Acyclovir ha sido estudiado y usado por muchos años como tratamiento para la culebrilla, específicamente en las personas con VIH y ha demostrado ser seguro y efectivo. Acyclovir intravenoso se usa para tratar los brotes severos de la culebrilla. La dosis oral utilizada para tratar la culebrilla es de 800 mg cinco veces al día durante un mínimo de una semana (hasta que la erupción haya formado costra). Si tomas dosis menores del medicamento por un período de tiempo más prolongado podría ayudar a prevenir las reactivaciones. Pero generalmente, ésto se recomienda sólo a pacientes que tienen una historia de reactivaciones frecuentes.
Valacyclovir (Valtrex®): Valacyclovir es la "pro-droga" de acyclovir. A diferencia de acyclovir, valacyclovir necesita ser procesado (metabolizado) en el cuerpo antes de que su ingrediente activo (acyclovir) pueda comenzar a controlar la enfermedad. Esto permite que se mantenga en el cuerpo mayor cantidad de acyclovir, requiriendo dosis orales (por boca) más bajas del medicamento. Para el tratamiento de la culebrilla, valacyclovir se toma solamente tres veces por día. Tal como ocurre con acyclovir, valacyclovir raramente causa efectos secundarios. Actualmente, valacyclovir es la forma preferida de acyclovir para usar en el tratamiento de la culebrilla (acyclovir EV sigue siendo la opción preferida para el tratamiento de la culebrilla grave).
Famciclovir (Famvir®): Famciclovir es la formulación en pastilla del medicamento en crema tópica llamado penciclovir (Denavir®). Al igual que valacyclovir, famciclovir se toma tres veces al día hasta que la erupción se haya transformado en costra completamente.

Los medicamentos orales para el tratamiento de la culebrilla, funcionan mejor si se comienza a tomarlos dentro de los tres días de la aparición de los síntomas. En consecuencia, si notas quemazón, un dolor punzante, hormigueo o adormecimiento de la piel o por debajo de la piel, en un lado de la cara o del cuerpo, lo mejor es que te contactes con tu proveedor de atención médica.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola yo soy una niña de 13 años,me di el trabajo de escribirles a ustedes puees estoy cansada de esta enfermedad q no me deja ser como otros niños, pues tengo q estar pendiente de mis gotas desde ase un año,por el mes de julio, aquella enfermedad me ataco la vita dejandome marcas en el rostro, cada ves q me desespero o me enojo procedo a lastimarme,mi padre se enoja cuano no me preocupo por mi vista pues es q estoy tan cansada de no poder aser algunas cosa por culpa de esta enfermedad q me dejo mal de la vista, espero q mi mensaje llegue a usted o ustedes para q me puedan aconsejar, por favor ayudenme. Me llamo Gabriela Lizeth Cabrera Canrranza y soy de la libertad peru

Anónimo dijo...

ssss