Google
 
Mostrando entradas con la etiqueta muerte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta muerte. Mostrar todas las entradas

lunes, 14 de enero de 2008

La muerte NO existe





La mayoría de las personas están dormidas, pero no lo saben. Nacen dormidas, viven dormidas, tienen hijos dormidas, mueren dormidas sin despertarse nunca. Nunca comprenden el encanto y la belleza de esto que llamamos existencia humana. Todos los místicos, católicos, cristianos, no cristianos, cualquiera que sea su teología, independientemente de
su religión, afirman una cosa unánimenente: TODO ESTÁ BIEN. Esto es, sin duda, una extraña paradoja, pero lo trágico es
que la mayoría de las personas nunca llegan a darse cuenta que todo está bien, porque están dormidas. Tienen una pesadilla.


"""De acuerdo a lo que nos dicen quienes ya han pasado por ese proceso, en cuanto el alma ve la luz del Creador que ilumina el mundo espiritual,se eleva al plano del astral que le corresponde por afinidad vibratoria. Ahí se ven con toda claridad los actos realizados durante la vida que acaba de concluir, momentos en los que ya no hay lugar para autojustificaciónes. Se ven sin ambages los actos de egoísmo, las trasgresiones contínuas al amor lo cual puede ser muy doloroso. Esta revisión de la vida se hace delante de seres de luz que se les conoce como el tribunal del juicio, que no están ahí para reprobar sino para irradiar energía curativa que limpia cualquier negatividad provocada por la culpa. Son los altos seres del Juicio los que nos ayudan con amor infinito a perdonarnos y a comprender que nuestros errores han nacido de la falta de conciencia. En lugar de confirmar la no aceptación y el autodesprecio estos seres nos apoyan ayudándonos a ver lo
que hubo de positivo en esa vida y encauzándonos a aprender de los desaciertos pasados""".








Según los reportes de personas que han pasado por la experiencia de la cuasi-muerte , es decir, que después de estár clínicamente muertos vuelven a la vida, dicen que cuando se les presenta la visión panorámica de su vida entera la ven al mismo tiempo como espectadores y como actores. Lo que más les impacta es que sienten en ellos todos y cada uno de los sufrimientos y alegrías que han causado a otros. Es ahí donde nos damos cuenta del sentido de la frase "Amarás a tu prójimo como a tí mismo" porque el mal y el bien que hacemos a otro nos lo estamos haciendo a nosotros mismos puesto que somos parte de una unidad.


Si el cuerpo astral del recién fallecido ha estado muy dañado, ya sea por enfermedad prolongada y no aceptada, por drogas, alcohol, muerte por asesinato o suicidio, se le lleva a un periodo de sueño en el que la conciencia se adormece mientras que sus cuerpos se reparan con la energía universal que todo lo armoniza. A este estado también se lleva a quienes han estado muy alejados de su luz interna. Es lo que se entiende por el sueño reparador que será más o menos largo según la necesidad del individuo.


A continuación incluimos un mensaje recibido de un alma desencarnada que nos ha ayudado a entender este proceso.


"No pueden siquiera imaginar la belleza de este plano donde nos encontramos. Se necesitan utilizar conceptos terrenales para describirlo pero faltan palabras que se ajusten a esta realidad. Sólo les puedo decir que nuestro sentimiento de amor se sublimiza y se agudiza nuestra comprensión de las leyes cósmicas.

Al desencarnar se comienza por el desprendimiento de los cuerpos mortales. Enseguida, cuando no se sigue obsesionado con lo que se dejó sino que el alma se dirige a la luz que ilumina el mundo espiritual, se ve con mucha claridad la vida que acabamos de experimentar. Vienen los remordimientos y el autojuicio, siempre asistidos por esos altísimos seres que nos ayudan con inmenso amor a ver nuestros errores y aciertos.

Después se nos pone en ese estado de sueño reparador para equilibrar nuestras desarmonías. Mientras estamos en esta dimensión, en un principio se nos otorga la posibilidad de crear el entorno que fué nuestro ideal en la tierra con el objeto de poder descansar de las viscisitudes de la vida que acaba de terminar.

Como el deseo de avanzar siempre está latente, el alma se estaciona más o menos tiempo en ese mundo ilusorio y después despierta a la realidad del mundo espiritual. Entonces empieza el verdadero trabajo en este plano, que es maravilloso. Hay quienes se dedican a conocer y estudiar más a fondo las verdades cósmicas hasta donde su estado de conciencia se los permite. Estos conocimientos generalmente se conservan y sirven en la siguiente encarnación. Otros trabajan en recibir y ayudar a los recién llegados a este plano a integrarse a su nueva vida; otros más se dedican a dirigir a los encarnados desde aquí, a través de comunicación telepática.





FUENTE:http://www.radiestesiacongini.com.ar/la_muerte_no_existe.htm

sábado, 12 de enero de 2008

lunes, 24 de diciembre de 2007

Cuerpos Incorruptos

El misterio de los Cuerpos incorruptos, se entiende por momia a todo cadáver bien conservado, en el cual se observan presentes tejidos blandos, músculos, cabellos, piel, etc. La palabra ‘momia’ es originaria de Persia y deriva de la palabra ‘mummeia’ o ‘mum’, que significa asfalto o piche, sustancia empleada para tratar los cuerpos. Con el transcurso del tiempo la palabra momia pasó a designar a los cuerpos tratados con dichas sustancias, perdiendo su significado original.



Todavía hoy en día el fenómeno de los cuerpos incorruptos es considerado un gran misterio.

¿Acaso no estamos contradiciendo la frase bíblica proferida por Dios: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella has sido tomado; ya que polvo eres y al polvo volverás"? (Gen. 3,19).

Este fenómeno de innumerables casos dados a través de años, incluso siglos, lleva implícito no tan sólo una fe a veces cuestionada, sino también un misterio al que los cientificos aún no dan una respuesta. En este reportaje, escrito pero también gráfico, intentamos analizar este fenómeno desde varios puntos de vista, que a la vez nos abren otros muchos interrogantes sobre la Muerte.



Son muchos los santos cuyos cuerpos se mantuvieron incorruptos por años después de su muerte. Algunos de ellos siguen mostrando y evidenciando la incorruptibilidad; algunos también han despedido olor a rosas y tenido otras manifestaciones milagrosas. Estos son reliquias extraordinarias para la Iglesia.

La incorruptibilidad ha sido incorrectamente clasificada como momificación natural, pero los productos de las preservaciones deliberada y accidental, sin excepción, no han sido más que momias arrugadas, siempre rígidas y extremadamente secas. La mayor parte de los cuerpos incorruptos, en cambio, no están ni secos ni rígidos, sino que bastante húmedos y flexibles, incluso tras el paso de los siglos. Es más, sus preservaciones se han logrado bajo condiciones que naturalmente ayudarían a la putrefacción, y han sobrevivido a circunstancias que incuestionablemente han significado la destrucción de todos los otros cuerpos sometidos a las mismas condiciones.



Para alcanzar la momificación natural, los restos debieron llevarse rápidamente bajo condiciones secantes antes de que varias áreas susceptibles del cuerpo comenzaran el proceso de deterioro; todo lo contrario ha ocurrido con los casos de incorruptibilidad sobrenatural. De hecho, los entierros de buena parte de incorruptibles fueron retrasados, debido a la reticencia de los devotos a ser separados del objeto de su veneración. El cuerpo de San Bernardino de Siena fue, por esta razón, expuesto por veintiséis días, y el de Santa Ángela Merici por treinta días. Santa Teresa Margarita del Sagrado Corazón fue también expuesta durante cincuenta días; y ésto sólo para nombrar algunos casos de los muchos existentes.



Para entrar en el tema, se hace importante mencionar que la preservación de los cuerpos tras la muerte puede ser clasificada de tres formas, según la manera en que el cuerpo alcanzó dicha conservación: hablamos de los cuerpos preservados deliberadamente, los preservados accidentalmente, y los incorruptibles.

Los incorruptibles han existido sólo desde los tempranos días de la cristiandad. Su preservación desde aquellos tiempos ha desafiado la tozudez de escépticos y ha contradicho las leyes de la naturaleza, para la consternación de muchos admirados científicos de sucesivas generaciones.

Lo cierto es que la incorruptibilidad es la única forma de preservación que no obedece a ninguna ley, porque no depende ni de la forma, ni de la temperatura, ni del lugar del entierro. Estos cuerpos ni siquiera se ven afectados por el tiempo esperado para el entierro tras la muerte, ni por la humedad de las tumbas, ni por la falta de cuidados que hubo en algunos casos, ni por los frecuentes traslados, por estar cubiertos con cal viva, o por su proximidad con cuerpos en descomposición, todos ellos elementos provocadores de la putrefacción. La gran mayoría nunca fueron embalsamados o tratados de ninguna forma, y muchos se encuentran casi iguales a cuando estaban vivos, con gran flexibilidad, y un suave aroma que se desprende de sus cuerpos por años y años después de su muerte, existiendo una diferencia radical con las otras dos clasificaciones de preservación antes mencionadas, en cuyos casos, sin excepción, fueron encontrados decolorados y esqueléticos. El misterio de la preservación va también de la mano de fenómenos tales como la preservación de la sangre, o la emanación de suaves aceites aromáticos que - casi se hace innecesario decir - jamás se han encontrado en los preservados deliberada o accidentalmente.