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lunes, 7 de abril de 2008

Murió el chico conectado a un respirador desde 2005

El niño Brian Ezequiel Andrade, de siete años, murió por un ataque cardíaco en la sala especial del hospital de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut, donde se encontraba desde hace casi tres años sobreviviendo con un respirador artificial, informaron fuentes de ese centro asistencial.

Brian permanecía en ese estado tras ser atropellado en la calle por un vehículo el 13 de abril de 2005. El chico tenía cuatro años e intentó cruzar solo, aparentemente tras soltarse de la mano de un familiar, la avenida Del Trabajo de Puerto Madryn, una arteria muy transitada. Fue embestido por un automóvil Peugeot 504. Desde entonces quedó sumido en lo que los médicos definieron como "estado vegetativo persistente".

La situación de Brian cobró una fuerte repercusión pública cuando los directivos del hospital les solicitaron a los padres el consentimiento para desconectar el respirador que lo mantenía vivo, tras considerar que técnicamente el niño había ingresado en una muerte cerebral irreversible.

El padre, José Luis Andrade, comenzó entonces una campaña sobre fines de 2006 para evitar que su hijo fuera desconectado, reclamo que fue atendido por las autoridades provinciales: fue el propio gobernador Mario Das Neves quien garantizó la continuidad de la asistencia respiratoria en el hospital madrynense.

Los médicos fundaron su pedido en que la situación de Brian era irreversible, pues estaba seccionada la cabeza del cuerpo, producto del accidente automovilístico que padeció el paciente, y ante la necesidad de ocupar el espacio físico y el propio respirador, un aparato demandado por las emergencias.

Si bien el tiempo terminó dándoles la razón a los médicos, el caso despertó un gran debate sobre las decisiones que ubican a la ciencia al borde de sus límites, a punto tal que se constituyó un comité de bioética en el propio hospital para analizar el caso.

Incluso se analizó el traslado del chico al Hospital Garrahan de Buenos Aires, para ser sometido a estudios que determinaran si tenía posibilidades de recuperarse de su estado. El Diario de Madryn, citando fuentes médicas del hospital, indicó que, como primera reacción ante la muerte de su hijo, los padres acusaron a los profesionales de "dejarlo morir", pero luego habrían reconsiderado esa posición.

Fuente:
http://www.clarin.com/diario/2008/04/07/sociedad/s-03002.htm

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